En Canadá, la proliferación del pez dorado (carassius auratus o carpa cruciana china) amenaza la flora y la fauna de la región. También puede conducir a la destrucción de los ecosistemas. Así lo afirmó la investigadora de recursos acuáticos del departamento de pesca y océanos del país Christine Boston.
Según ella, citada por The New York Times el 8 de diciembre, esta especie de pez es ajena a la región canadiense. El especialista explicó que los peces de colores se alimentan de plantas, las cuales son hábitat de microorganismos. También contribuyen a la propagación de algas que interfiere con la existencia de otros tipos de algas. Además, destacó Boston, estos peces pueden alimentarse de huevos e invertebrados.
Además, los peces domésticos comunes pueden alcanzar un tamaño de más de 40 cm, lo que los convierte en presas difíciles para los depredadores. Pueden comer casi cualquier cosa y las hembras de peces de colores pueden desovar varias veces por temporada.