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La velocidad 6G alcanza niveles récord

Uno de los principales desafíos que enfrentan los investigadores e ingenieros en el desarrollo de 6G es la creación de antenas y sistemas de transmisión que puedan operar eficientemente en frecuencias sub-THz. Las ondas electromagnéticas en estas frecuencias tienen características únicas que requieren enfoques de diseño innovadores para garantizar un rendimiento óptimo. Por ejemplo, las ondas sub-THz son más sensibles a los obstáculos y tienen un alcance más corto que las ondas de frecuencias más bajas, lo que requiere una mayor densidad de antena y una orientación optimizada de la antena para proporcionar una cobertura adecuada. Además, debido a la tendencia de las ondas sub-THz a ser absorbidas por la atmósfera y bloqueadas por obstáculos sólidos como paredes, ventanas y edificios, los ingenieros deben desarrollar técnicas avanzadas de modulación y codificación para compensar estos efectos y garantizar conexiones confiables en una variedad de de ambientes. Otro desafío importante asociado con el despliegue de 6G es la gestión de la energía. Los sistemas de transmisión que funcionan a frecuencias sub-THz suelen consumir más energía que sus homólogos de frecuencias más bajas, lo que puede causar problemas de duración de la batería de los dispositivos móviles y de IoT que funcionan con baterías. A pesar de estos obstáculos, la promesa del 6G es sumamente emocionante. Si bien 5G allanó el camino para un mayor consumo de medios y aplicaciones innovadoras como vehículos autónomos e Internet de las cosas (IoT), la sexta generación promete ir aún más lejos, permitiendo tecnologías revolucionarias como las comunicaciones holográficas.

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