Poco después de la formación del Sistema Solar, cuatro gigantes gaseosos migraron a sus órbitas actuales en un evento importante conocido como “inestabilidad dinámica de los planetas gigantes”. Aunque la cronología de este evento ha sido controvertida hasta ahora, una nueva investigación sugiere que ocurrió entre 60 y 100 millones de años después del nacimiento del sistema solar. Este momento coincide con el impacto gigante que condujo a la formación de la Luna, lo que sugiere la posible participación de gigantes gaseosos (principalmente Júpiter). Al principio de la formación del sistema solar, Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno (los cuatro gigantes gaseosos) tenían órbitas más circulares y compactas que las actuales y, por lo tanto, estaban más cerca entre sí. Poco después, un evento de inestabilidad importante interrumpió estas órbitas y las órbitas de los planetesimales (pequeños cuerpos en el disco protoplanetario que potencialmente podrían fusionarse para formar planetas) a su alrededor, lo que provocó que Saturno, Urano y Neptuno migraran fuera del sistema solar y Júpiter. interior. Propuesta en 2005 por un grupo de investigadores franceses y denominada “Modelo de Niza”, esta teoría sugiere, en parte, que un evento conocido como “inestabilidad dinámica de los planetas gigantes” condujo a su migración a sus ubicaciones actuales. Sin embargo, aunque la teoría es ampliamente aceptada por la comunidad científica, su cronología exacta es un tema de debate.
Júpiter pudo haber participado en la formación de la Luna
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